A continuación os presento 7 maravillas abandonadas en África, que van desde asentamientos en el misterioso desierto en el lugar más cálido de la Tierra hasta modernos pueblos fantasmas abandonos, lugares abandonados en África tan diversos y fascinantes como el propio continente.
Un escenario de Star Wars es tragado lentamente por la arena en Túnez, esqueletos de barcos sirven como advertencia a los navegantes en la costa de África del Sur, y una gran construcción de modernas viviendas de construcción china espera a medio millón de nuevos residentes en Angola.
1. Tattooine: Escenario abandonado de Star Wars, Túnez
Tras permanecer bajo el sol abrasador del desierto durante más de 35 años, la Granja Lars de Star Wars Episodio IV fue redescubierta recientemente por el fotógrafo de Nueva York Rä di Martino. Un área de Túnez, cerca de la ciudad oasis de Tozeur, se ha utilizado como un dramático telón de fondo para muchas películas, entre ellas En busca del arca perdida y El Paciente Inglés. Además de la casa de la infancia de Lucas Skywalker, di Martino encontró varios otros escenario de Star Wars, documentado en una serie que llamó Cada mundo es un escenario.
Túnez fue utilizado como localización para las escenas de todas las películas de Star Wars excepto el Episodio V. Las fotografías tomadas por los fans que peregrinan a los escenarios dónde fue filmada la saga han puesto de manifiesto que, con el tiempo, todo será tragado por las arenas del desierto.
2. Kolmanskop. Ciudad minera abandonada. Namibia
Las arenas casi han engullido una aldea abandonada en Namibia. Kolmanskop fue una vez un bullicioso pueblo minero lleno de alemanes en busca de diamantes que construyeron mansiones al estilo de su país natal. Tenía un hospital, sala de baile, una central eléctrica, escuela, teatro, gimnasio, casino, el primer aparato de rayos X del hemisferio sur y el primer tranvía de África. Pero después de la Primera Guerra Mundial, los diamantes se habían terminado y los mineros comenzaron a abandonar el pueblo. Kolmanskop fue abandonado por completo en 1954 y desde entonces, los vientos han ido colándose por las puertas y ventanas abiertas de los edificios abandonados, haciendo que la arena penetre en ellos. Algunas casas están enterrados casi en su totalidad. La ciudad fantasma es ahora un destino turístico muy popular.
3. Moderna ciudad fantasma de construcción china en Kilamba, Angola
La moderna ciudad fantasma de Kilamba es algo que uno no esperaría encontrar en Angola, de hecho, recuerda mucho a la ciudad fantasma de Ordos, en China. Esto es debido a que fue construida por la Fundación Internacional China y Corporación de Inversiones, financiada con un crédito chino y reembolsado por el Gobierno de Angola mediante petróleo. Los 750 bloques de apartamentos de ocho pisos, junto con más de 100 complejos comerciales y una docena de escuelas, se ha diseñado para dar cabida a medio millón de personas, pero tan sólo unos pocos cientos de apartamentos se vendieron en el período de apertura inicial, dejando el resto vacío durante muchos meses. Angola no tiene una clase media lo suficientemente grande como para pagar casas como estas.
Pero en el verano de 2013, los apartamentos se están ocupando poco a poco gracias a los subsidios del gobierno, bajando el precio de cada piso a la mitad. Posiblemente sus días como ciudad fantasma están contados.
4. Buques y maquinaria en el Cabo de Buena Esperanza, Sudáfrica.
Restos de naufragios y maquinaria oxidada se extienden sobre las rocas del Cabo de Buena Esperanza, como cadáveres de animales extintos de Sudáfrica. Víctimas de las extremas condiciones meteorológicas que le dieron a este cabo el apodo de Cabo de las Tormentas, estos restos abandonos se deterioran lentamente, a modo de recordatorio a los marineros de cuán peligroso puede ser el océano. Mientras que las corrientes marinas y los vientos reinantes son los responsables de la mayor parte del peligro, el antiguo faro no era lo suficientemente alto como para ser de mucha utilidad y no era precisamente una ayuda a la navegación. Un barco portugués de 5500 toneladas, el Lusitania, se encuentra entre los que aquí han naufragado. El Cabo es también el escenario del mito del El holandés errante, un barco fantasma condenado a navegar por los mares para siempre.
5. Grand-Bassam, pueblo fantasma de Costa de Marfil.
Grand-Bassam fue la capital de Costa de Marfil durante la época colonial francesa hasta 1896, año en que fue trasladada después de un brote de fiebre amarilla. A pesar de no ser la capital, siguió siendo un puerto clave de Costa de Marfil hasta los años 30. Pero a medida que la navegación comercial de la zona se fue reduciendo, también lo hizo la población. En el momento de la independencia del país en 1960, las pocas oficinas administrativas que quedaban fueron abandonadas también. Durante décadas, Grand-Bassam sólo estuvo habitado por ocupantes ilegales pero el encanto de las ruinas coloniales francesas en un ambiente exótico junto al mar, hizo que empezaran a llegar turistas extranjeros en la década de 1970. Viendo una oportunidad en el incipiente turismo, algunos nativos comenzaron a regresar para atender a la emergente industria. Hoy en día sólo viven en la ciudad 5000 personas, y algunas zonas permanecen totalmente abandonadas.Las ruinas desmoronadas siguen siendo una atracción para los visitantes.
Justo al lado de unas salinas al norte de Etiopía, es la ciudad más cálida y más remota del mundo. También, como era de esperar, abandonada. El ferrocarril fue construido para el transporte de la sal del pequeño asentamiento Dallol hasta el puerto en el año 1918, y la producción de potasa alcanzó 50.000 toneladas métricas. Sin embargo, Alemania, la URSS y los Estados Unidos, los principales compradores, consiguieron otras fuentes de suministro, haciendo que cayera la producción. Después de la Segunda Guerra Mundial, el ferrocarril se desmanteló. El único medio de transporte para acceder a Dallol es mediante caravanas de camellos que viajan allí para recoger la sal. Algunos edificios, hechos de bloques de sal, siguen en pie.
7. Zoo de Rodas, Ciudad del Cabo, Sudáfrica.
Diseñado y llamado así por el colono británico del siglo XIX y fundador de la compañía de diamantes De Beers Cecil Rhodes, el Zoo de Rodas de Ciudad del Cabo, África del Sur, fue construido en la década de 1890. Cuando se cerró en los años 70, la naturaleza y los vándalos lo devastaron. Sus estructuras victorianas están garabateadas con graffiti, sus mosaicos se están derrumbando, los recintos de los animales se están oxidando y cayendo. Y sin embargo, estas ruinas son todavía un lugar de bello, frente a las montañas, cuando la niebla baja por ellas, el lugar tiene un toque fantasmal.
