Si como yo disfrutas de la compañía de una mascota, un perro o un gato, entonces seguramente sabrás lo que es una mirada anhelante, suplicante, esa cara triste y esos gemidos cuando la mascota entiende que nos vamos de viaje a alguna parte. En mi caso, en cuanto abro la maleta mi yorkshire empieza a ladrar como un poseso y a dar vueltas sin parar alrededor de ella.
Incluso si eres dueño de un gato puede haber ocurrido que al echar un último vistazo a la maleta hayas encontrado un polizón a bordo que se negaba a quedarse en casa.
Imagina por un momento a los funcionarios de aduanas o a los empleados de seguridad del aeropuerto si no llegas a echar ese último vistazo al equipaje y encuentran al inesperado pasajero.
Por lo tanto, si no acostumbras a hacerlo y tienes una mascota en casa es muy recomendable asegurarse de que no llevamos un pasajero inesperado a bordo.
2. Ocupamos poco sitio.
3. No soy yo, son unos pantalones.
4. Por favor, ten piedad.
5. Como puedes ver, estoy muy cómodo aquí.
6. Mira mis ojos y dime que no.
7. Solo quiero dormir.
8. No ocupamos mucho espacio.
9. Camuflaje.
10. Color casi a juego con la maleta.
11. Te olvidaste de la maleta y de nosotros.
12. A ver si hay suerte y no nos ven.
13. Casi quepo en la maleta.
14. ¿Seguro que puedes dejarme aquí con esta carita?
15. Parece que se te ha olvidado algo.
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