Cuando te imaginas un manicomio o un hospital psiquiátrico, probablemente pienses en largos y fríos pasillos, habitaciones que parecen más celdas de una fría cárcel que de un hospital o incluso en lúgubres mazmorras, tal y como Hollywood nos ha enseñado a imaginar, sin embargo, entre las colinas de la Toscana, volando sobre el nido del cuco, un viejo manicomio abandonado nos sorprende.
Una finca palaciega, frescos en la pared y palmeras en la ventana. Los pacientes ingresados en el hospital psiquiátrico de Villa Sbertoli podrían haber sido fácilmente engañados haciéndoles creer que estaban de vacaciones en un hotel balneario de lujo.
La villa fue construida en la década de 1800 por un acaudalado hombre de negocios italiano, Agustín Sbertoli, porque según cuenta la historia, su propio hijo "se volvió loco", aunque otras versiones dicen que sufría de una discapacidad física. En 1868, la villa se convirtió en un hospital para enfermedades nerviosas, y de ahí en adelante, el Sr. Sbertoli fue conocido como profesor Agustín Sbertoli.
El hospital psiquiátrico ahora abandonado recibía acaudalados pacientes de todo el país e incluso de toda Europa. Se trataba a todo tipo de personas, desde las que sufrían enfermedades psiquiátricas a otras que padecían de epilepsia o alcoholismo. La élite más rica de Italia y de Europa podía confiar en la discreción de Villa Sbertoli y dejar a su cuidado a sus parientes con "problemas" de una forma discreta pero, sobre todo, dejarlos fuera de la vista.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el partido fascista tomó el control de la villa y lo utilizó como prisión para detenidos por razones políticas (no es un mal lugar para ir a la cárcel) y cuando terminó la guerra volvió a ser de nuevo una mezcla de sanatorio con hospital psiquiátrico.
Se mantuvo como tal hasta finales de 1970 cuando Italia aprobó una ley de salud mental por la que se reformaba el sistema de tratamiento psiquiátrico en Italia, lo que hizo que todos los hospitales que funcionaban con el "viejo estilo" tuvieran que cerrar.
La ley de reforma del sistema de tratamiento de enfermedades mentales no entró oficialmente en vigor hasta 1998, sin embargo Villa Sbertoli ya había cerrado sus instalaciones y dejó de prestar los restantes servicios. Desde entonces está abandonado. En la fotografía superior y en las siguientes podemos ver el ahora psiquiátrico abandonado tal y como era en su apogeo.
Siguen existiendo unas dependencias donde se archivan informes médicos, pero no recibe muchas visitas.
Unas vistas más propias de una residencia de lujo que de un hospital psiquiátrico.
Fotografías (c) Alex Doomer
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