Johann Reichhart nació el 29 de abril de 1893 en Wichenbach cerca de Wörth an der Donau, Alemania, en una familia en la que el ser verdugo era una tradición familiar que se remontaba a ocho generaciones. Durante la Primera Guerra Mundial, sirvió en las trincheras de Verdún. El 23 de marzo de 1924 Reichhart solicitó al Ministerio de Justicia del Estado de Baviera en Munich el puesto de verdugo. La administración aceptó su oferta, asignado 150 goldmark por cada ejecución que llevara a cabo y anunció: “A partir del 1 de abril de 1924 Reichhart se hace cargo de la ejecución de todas las penas de muerte en el Estado Libre de Baviera mediante la ejecución por decapitación con guillotina.” Su carrera comenzó el 4 de julio 1924, cuando decapitó a dos hombres mediante la guillotina en Landshut. Su trabajo abarcó la época de la República de Weimar y el Tercer Reich.
En 1929, sin embargo, su reputación era tal que huyó de Alemania a Holanda, donde abrió un puesto de venta de verduras en un mercado de La Haya. Durante estos años solo regresaba a Baviera cuando recibía un telegrama cifrado que le informaba de que tenía asignada una ejecución.
Con la llegada de Hitler al poder en 1933, Reichhart volvió a Alemania y se unió al Partido Nazi cuatro años más tarde. Los nazis resultaron ser unos jefes prolíficos y Reichhart hizo tanto dinero como verdugo que en 1942 se compró una casa en el Valle Gleisse, cerca Deisenhofen, al sur de Múnich. Reichhart ejecutó a 3.165 personas, la mayoría de ellos durante el período 1939-1945, cuando, de acuerdo con sus propios registros, ejecutó a 2.876 hombres y mujeres.
Johann Reichhert con su ropa de “trabajo” |
Durante el Tercer Reich las sentencias a muerte eran dictadas por un Volksgerichtshof (Tribunal Popular) por delitos políticos como traición, entre los que se incluye a Sophie y Hans Scholl del movimiento de resistencia alemán Rosa Blanca (Reichhart los ejecutó en la prisión de Stadelheim, en Múnich.) La mayoría de estas ejecuciones fueron realizadas con una gillotina modificada llamada Fallbeil, una versión alemana de la guillotina francesa. Reichhart fue uno de los cuatro principales verdugos del Tercer Reich.
Documento de solicitud de trabajo de Johann Reichhart |
Reichhart era muy estricto en su protocolo de ejecución, vestía traje chaqueta negro, camisa blanca y guantes, corbata de lazo negro y sombrero de copa, como los tradicionales verdugos alemanes. Al principio sirvió como verdugo del Estado de Baviera. Su trabajo lo llevó por muchas partes de la Europa ocupada, entre ellos Polonia y Austria. Afirmó durante un interrogatorio que le hicieron al final de la guerra los aliados, que había tirado la guillotina a un río.
Johann Reichhart (centro) en 1924 en una de sus primeras ejecuciones |
Tras la victoria de las fuerzas aliadas en 1945, Reichhart, que era miembro del partido nazi, fue detenido como tantos otros nazis, pero no fue inmediatamente investigado aun cuando se sabía que era uno de los principales verdugos del Tercer Reich. Los aliados usaron sus habilidades como verdugo a partir de noviembre de 1945, pero sus víctimas serían criminales de guerra nazis, que serían ejecutados mediante la horca en Landsberg am Lech.
Una de las víctimas más famosas de Reichhart fue Sophie Scholl, de 21 años, destacada miembro del movimiento Rosa Blanca |
De acuerdo con una fuente fiable, Reichhart habló con el comandante de la prisión tras colgar a siete hombres el 29 de mayo, diciendo que estaba preocupado por haber estado ejecutando algunos hombres inocentes. Dijo que, a pesar de que tenía miedo a las consecuencias, prefería enfrentarse a procesos judiciales antes que continuar como verdugo. Una fuente afirma que uno de sus hijos ayudó a Landsberg en las ejecuciones; sin embargo los registros fotográficos no lo pueden confirmar. Se cree que Reichhart ejecutó mediante la horca a 42 criminales de guerra alemanes después de la guerra, pero es mucho más probable que la cifra se limite a los 21 condenados en la prisión de Landsberg y no participó en las ejecuciones que se produjeron tras el Proceso de Nuremberg.
Guillotina utilizado por Reichert, encontrada en un almacén en 2014 |
Cuando terminó su trabajo en Landsberg fue detenido por la policía en su casa en mayo de 1947 y fue conducido a un campo de internamiento en Moosburg an der Isar. Su proceso judicial comenzó el 13 de diciembre de 1948 en Munich. El 29 de noviembre de 1949 en un tribunal alemán (probablemente de Baviera), condenó a Reichhart a dos años de reclusión en un campo de trabajo y la confiscación del 50% de sus activos. Se le prohibió ejercer cargos públicos de por vida, se le negó el derecho al voto y a participar en política. Por último, a Reichhart se le prohibió poseer un vehículo a motor o poseer una licencia de conducir. También se le ordenó pagar 26.000 marcos como coste del proceso judicial.
Económicamente arruinado, su matrimonio fracasó, y un hijo, Hans se suicidó en 1950 (tenía 23 años). En 1963, tras una serie de asesinatos, hubo un movimiento público que pedía la vuelta de la pena de muerte en Alemania Occidental y Reichhart fue un activo partidario de este movimiento. Sostenía que el mejor método para ejecutar era la guillotina, ya que era un método rápido y limpio.
Tumba de Johann Reichhart |
Johann Reichhart murió en una residencia de ancianos en Dorfen cerca de Erding, Baviera, el 26 de abril de 1972. El 2 de mayo de 1972, su cuerpo fue incinerado en el crematorio de Ostfriedhof en Munich. Está enterrado en el Ostfriedhof en una tumba familiar en la que también están sus dos hijos y su tío, Franz Xavier, otro antiguo verdugo.