El fotógrafo David Tesinsky viajó a Etiopía con el fin de encontrar un ritual de exorcismo real y finalmente lo encontró, aunque le costó cierto tiempo. Ahorró algo de dinero, compró un billete barato de avión, se puso en contacto con ciertas personas que podían ayudarlo en esta empresa y se plantó en Addis Abeba. La gente que encontró al principio no era muy amistosa, casi le roban en una barrio dónde supuestamente iba a pasar la noche pero al final sólo hubo una sangrienta riña entre otros dos chicos.
Encontrar un ritual de exorcismo le costó el tener que levantarse sobre las 4 o 5 de la madrugada y visitar iglesias con la esperanza de que apareciera un poseído que le permitiera fotografiar el ritual. Después de casi dos semanas de estancia en Etiopía encontró un lugar no demasiado lejos de Addis Abeba donde se llevaba a cabo un ritual exorcista masivo, con más de 150 personas esperando su turno para encontrarse con un sacerdote llamado Memehir.
Mientras en Europa el exorcismo parece tener los días contados, este rito es criticado tanto dentro como fuera de la iglesia, en otros lugares parece contar con muy buena salud.
Mientras en Europa el exorcismo parece tener los días contados, este rito es criticado tanto dentro como fuera de la iglesia, en otros lugares parece contar con muy buena salud.
La gente lloraba, gritaba, Memehir los tocaba y rápidamente pasaba al siguiente. La cuestión es si se sentían mejor o no, porque Memehir fue expulsado de todas las iglesias porque ganaba más dinero que la iglesia misma. Pedía dinero a todos, una mujer muy mayor le entregó cien dólares pero el sacerdote quería más, aunque cien dólares es más de lo que una persona gana, de media, en un mes en Etiopía.
Al igual que algunos antiguos rituales médicos que se creían curativos en el pasado, en Etiopía parece que tienen una fe ciega en el exorcismo.
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