Subir hasta lo más alto de cualquiera de las pirámides de Giza, en Egipto, no es ninguna tontería. Está rigurosamente prohibido, además pude ser castigado hasta con un año de cárcel.
Algo lógico ya que si todos los turistas que por allí circulan tuvieran la misma ocurrencia, creo que nos quedaríamos sin las impresionantes pirámides en muy poco tiempo.
Sin embargo, a pesar de la prohibición, unos intrépidos rusos, especialistas en llegar a lo más alto de los sitios más insospechados, han conseguido subir hasta lo más alto de la pirámide, proporcionando unas fotografías únicas.
Según cuenta en su blog Mr. Marat (así se hace llamar el intrépido escalador) accedieron al complejo histórico como unos turistas más. Esperaron pacientemente, escondidos, hasta que el lugar se cerró al público y tras cinco horas de espera emprendieron la escalada hasta la cima.
El llegar hasta lo alto de la pirámide les llevó 20 minutos agotadores. No querían tener ni un respiro, por miedo a que fueran descubiertos y no pudieran alcanzar la meta.
(Algunas fuentes dice que no fue para tanto, que un soborno de 100 dólares facilitaron mucho las cosas, pero es algo que seguramente nunca sabremos y no resta un ápice de espectacularidad al hecho de subir y fotografiar desde lo más alto de una de las pirámides egipcias.)
Fuente.
Algo lógico ya que si todos los turistas que por allí circulan tuvieran la misma ocurrencia, creo que nos quedaríamos sin las impresionantes pirámides en muy poco tiempo.
Sin embargo, a pesar de la prohibición, unos intrépidos rusos, especialistas en llegar a lo más alto de los sitios más insospechados, han conseguido subir hasta lo más alto de la pirámide, proporcionando unas fotografías únicas.
Según cuenta en su blog Mr. Marat (así se hace llamar el intrépido escalador) accedieron al complejo histórico como unos turistas más. Esperaron pacientemente, escondidos, hasta que el lugar se cerró al público y tras cinco horas de espera emprendieron la escalada hasta la cima.
El llegar hasta lo alto de la pirámide les llevó 20 minutos agotadores. No querían tener ni un respiro, por miedo a que fueran descubiertos y no pudieran alcanzar la meta.
(Algunas fuentes dice que no fue para tanto, que un soborno de 100 dólares facilitaron mucho las cosas, pero es algo que seguramente nunca sabremos y no resta un ápice de espectacularidad al hecho de subir y fotografiar desde lo más alto de una de las pirámides egipcias.)
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