Las manifestaciones contra el Sha se iniciaron en octubre de 1977, convirtiéndose en una campaña de resistencia civil que se intensificó en enero de 1978.
Entre agosto y diciembre de 1978 huelgas y manifestaciones paralizaron el país. El Sha abandonó Irán hacia el exilio el 16 de enero 1979 como el último monarca persa, dejando sus funciones a un consejo regente.
El ayatolá Jomeini regresó a Irán y fue recibido en Teherán por varios millones de iraníes. El reinado del Sha terminó el 11 de febrero, haciéndose cargo del gobierno del país Jomeini, en diciembre de 1979.
Tras un referéndum Irán se convirtió en una república islámica el 1 de abril de 1979.
La mujer jugó un papel fundamental durante la revolución iraní, sin embargo, tras la proclamación de la república islámica, perdió muchos de sus derechos.
En 1979 se aprobó una ley que permite a los hombres tener hasta cuatro esposas, se aprobó otra ley que establece que después de un divorcio, el padre tendría la custodia de los niños y las mujeres perderían los derechos que hubieran adquirido.
Algo tan simple como ir a una piscina pública y pasar un día divertido en familia está prohibido. Las mujeres sólo pueden ir a piscinas para mujeres exclusivamente o a piscinas privadas.
El velo es obligatorio en la calle. La "modernización" del país, sin embargo, relativiza la norma. Antes de 1997, la pena para una mujer que no llevara velo o enseñara parte de su cabello era de 74 latigazos. Después de esta fecha el castigo se limita a una advertencia, aunque la ley recoge también una pena de prisión que va de diez días a dos meses.
En la práctica, en grandes ciudades como Teherán, la mayor parte de las adolescentes y jóvenes llevan parte de la cabeza descubierta y un pañuelo testimonial. La policía de la moral no da para más.
Habría centenares de miles de mujeres en la cárcel si se aplicara la ley. Tampoco está bien visto maquillarse, pero la mayoría de las mujeres llevan sus labios cargados de carmín y lucen unas cejas cuidadas y depiladas al detalle.
Sin embargo, tras la puerta de una casa, en la intimidad del hogar, las jóvenes iraníes se muestran en toda su plenitud, no envidiando nada a sus homónimas occidentales, eso si, con la diferencia de que estas últimas no tienen que ocultarse en recintos privados.
A continuación puedes ver 32 fotografías publicadas en distintas redes sociales que muestra como viven los jóvenes ricos (y guapos) en Irán.
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