San Pellegrino es un icono del estilo de vida italiano, es la marca de agua con gas más elegante que puede pedir en cualquier parte del mundo, sinónimo de lujo, restaurantes caros, largos veraneos en Europa y "La Dolce Vita". Uno de sus primeros admiradores fue supuestamente
Resulta irónico que el lugar de nacimiento de la famosa marca de agua con gas, San Pellegrino Terme, hace años conocido por ser un lujoso lugar de vacaciones para ricos y famosos, se encuentre en el estado de abandono que presenta hoy en día.
Cuando la rica familia Palazzo construyó el primer valneario en San Pellegrino para aprovechar las virtudes del agua mineral de la fuente, la ciudad inmediatamente empezó a ser conocida como lugar de vacaciones. La burguesía europea acudía en masa a la ciudad para tomar el agua y con ellos llegó también la aristocracia. Se construyó un hermoso casino y un hotel de estilo Belle Epoque, donde los huéspedes podían jugar y relajarse entre sesiones de spa. La etiqueta de la icónica botella fue diseñada en 1899 y en ella se ve el edificio del casino de estilo Art Nouveau de San Pellegrino Terme con los Alpes en el horizonte.
El casino dejó de serlo en 1946. Hoy en día, se puede contratar para celebrar bodas, convenciones de negocios y ese tipo de eventos.
El Gran Hotel San Pellegrino de la ciudad balneario está cerrado desde 1979. Como tantos otros lugares ahora abandonados, antes estuvieron llenos de vida.
No se puede perder el hotel, una joya del Art Nouveau, la pieza central de la ciudad. Cerrado y descuidado durante décadas, esta bella durmiente fue una vez la morada de reyes y reinas, zares rusos y estrellas de cine. Pero cuando se quiso renovar el hotel dotándolo de todos los servicios que requiere unas instalaciones de su categoría, los costes resultaban astronómicos y nadie quiso asumir la inversión.
Instituciones públicas y privadas siguen buscando una solución que garantice la recuperación del prestigioso edificio. Una posible solución podría ser que la marca San Pellegrino, ligada a la historia de la ciudad, pudiera estar interesada en salvar el prestigioso hotel de su lugar de nacimiento, pero la bebida con gas de lujo se vendió a la empresa suiza Nestlé en 1997 y no parece que los nuevos propietarios de la marca tengan mucho interés en devolver el antiguo balneario a sus mejores tiempos. Mientras tanto el agua sigue fluyendo por la misma fuente tal y como lo viene haciendo durante los últimos 600 años, como mínimo.