Uno de los encantos del Monopoly es su iconografia: una pintoresca tabla, con sus propiedades inmobiliarias y sus piezas, todo supervisado por una figura conocida como el Tío Rico Pennybags.
Cuando juegas al Monopoly, incluso si lo haces con una de las últimas versiones, en cierto sentido es como dar un paso atrás en el tiempo: en concreto, a la América de 1934, cuando el juego se comercializó por primera vez de forma masiva.
Las piezas con las que se juega también son de sobra conocidas, aunque se anuncian cambios. Puede parecer un cambio menor en cuanto al funcionamiento del juego en sí se refiere, ¿un dedal? ¿una guitarra? ¿cuál es la diferencia?, pero vale la pena recordar que incluso pequeños cambios pueden, a lo largo de la caprichosa historia, tener consecuencias significativas, como veremos más adelante.
En el caso de Monopoly, esas consecuencias se produjeron durante la Segunda Guerra Mundial.
Durante la guerra un gran número de aviadores británicos fueron derribados sobre el espacio aéreo enemigo y luego capturados y hechos prisioneros tras las líneas enemigas. Los nazis, sin embargo - en parte como un guiño a la Convención de Ginebra - permitió a organizaciones humanitarias como la Cruz Roja distribuir paquetes con ayuda humanitaria a los prisioneros de guerra. Dentro del tipo de ayuda permitida se incluían paquetes con "juegos y pasatiempos." Así que los aliados aprovecharon esos envíos: haciéndolos pasar como “obras de caridad", enviaron paquetes a sus prisioneros de guerra que incluían kits de fuga clandestinos, kits que incluían herramientas tales como brújulas, limas de metal, dinero y, lo más importante, mapas.
Disfrazaron esos kits en las cajas de un juego como el Monopoly. Las brújulas iban camufladas como piezas del juego, el dinero, que podía ser francés, alemán, italiano, en billetes de banco, escondido debajo del dinero del Monopoly. ¿Los mapas? ocultos dentro de la propia caja o el tablero. "El juego era demasiado inocente para levantar sospechas y tenía el tamaño ideal para contener un kit de fuga de alto secreto.
Para desarrollar ese kit, el MI9, la unidad del servicio secreto británico responsable de la fuga y evasión, habló con John Waddington, Ltd. , el fabricante británico del Monopoly. "Era ingenioso," dijo Philip Orbanes, autor de varios libros sobre el Monopoly, "La caja del Monopoly era lo suficientemente grande, para contener, además del juego, todo lo necesario hacer llegar a los prisioneros de guerra.”
Pero ¿por qué el Monopoly, exactamente? ¿Cómo llegó un juego genuinamente estadounidense a ponerse al servicio de los militares británicos? No se debió a que el MI9 tuviera una especial simpatía por las propiedades urbanas estadounidenses, sino más bien porque Waddington había dominado una tecnología que no había llegado a otros fabricantes de juegos: la impresión en seda. Esto fue crucial: Los aliados necesitaban poder imprimir sus mapas clandestinos en un material que fuera más resistente que el papel, un material que no se rompiera o se disolviera en agua y fuera lo suficientemente ligero para que pudiera ser ocultado en una bota o en un paquete de cigarrillos.
Los mapas de seda han sido utilizados durante mucho tiempo por los militares, tienen la ventaja añadida de que no hacen ruido cuando se pliegan, algo importante cuando eres un prisionero de guerra intentando fugarte. Waddington usaba la tecnología que permitía imprimir en seda para crear escenarios en obras de teatro.
Waddington tenía los derechos de explotación del Monopoly en el Reino Unido.
Así, con astucia, se fraguó un plan de fuga basado en el juego. Antes de partir a sus misiones, se les dijo a los pilotos de la Real Fuerza Aérea que si eran capturados debían buscar los juegos de Monopoly en los paquetes que les harían llegar, en los que estaban ocultos los mapas y los kits de fuga. Los Monopoly "edición especial" se distinguían con un punto rojo en la casilla Aparcamiento Libre, algo que cualquier persona que no estuviera sobre aviso vería como un error de impresión.
Los soldados fueron instruidos para que una vez conseguido el material oculto, los juegos fueran destruidos, con el fin de mantener el secreto. Esta artimaña funcionó. Historiadores británicos estiman que los juegos trucados de Monopoly podrían haber ayudado a escapar a miles de soldados capturados por los alemanes.